lunes 28 de abril del 2025
EMPRESARIALES 17-02-2025 16:53

Criar con amor y límites claros

El equilibrio perfecto entre firmeza y flexibilidad.

Por Carolina Abuchalja, directora de UDE y Edu School, doctora en educación

¡Padres, unámonos en esta hermosa pero desafiante tarea de criar a nuestros hijos! Educarlos es una de las experiencias más gratificantes de la vida, pero también puede ser un camino lleno de incertidumbres y dificultades. Una de las mayores preocupaciones que solemos enfrentar es cómo establecer límites de manera efectiva, sin caer en la rigidez o la permisividad.

Es común que nos preguntemos si estamos siendo demasiado estrictos o si, por el contrario, estamos siendo demasiado blandos. La culpa puede aparecer en cualquier momento, haciéndonos dudar de nuestras decisiones. Pero quiero decirles que no están solos en esto. Es completamente normal sentirnos así. La crianza es un proceso de aprendizaje constante, tanto para nuestros hijos como para nosotros. Y en este camino, los límites juegan un papel fundamental.

 “Los límites son como faros que iluminan el camino de nuestros hijos, brindándoles seguridad y orientación.”

Los límites son como faros que iluminan el camino de nuestros hijos, brindándoles seguridad y orientación. Los ayudan a comprender el mundo que los rodea, a desarrollar autocontrol, a respetar a los demás y a tomar decisiones responsables. Un niño sin límites puede sentirse desorientado, inseguro y con dificultades para regular sus emociones y su comportamiento.

La clave para establecer límites sin sentir culpa está en encontrar un equilibrio entre la firmeza y la flexibilidad, entre el amor y la disciplina. Debemos ser claros y coherentes al explicar las normas de manera sencilla y asegurarnos de que las cumplan. Evitar mensajes confusos o contradictorios. Ser empáticos y ponerse en el lugar de ellos, escuchar sus necesidades y sentimientos. Adaptar las expectativas a su edad y nivel de desarrollo.

 “Ser firmes, pero flexibles. Mantener los límites importantes, aquellos que velan por su seguridad y bienestar.”

Ser firmes, pero flexibles. Mantener los límites importantes, aquellos que velan por su seguridad y bienestar. Pero ser flexibles en otros aspectos, negociando y buscando soluciones que satisfagan tanto sus necesidades como las nuestras. Ser respetuosos y evitar humillar o avergonzarlos. Utilizar un lenguaje positivo y afectuoso. Y sobre todo, ser pacientes. Educar lleva tiempo y requiere constancia. No debemos desanimarnos si al principio no se obtienen los resultados deseados.

Debemos recordar que los límites no son un castigo, sino una muestra de amor y preocupación. La culpa es una emoción natural, pero no debemos dejar que nos paralice.

 

¡Es posible criar hijos felices, responsables y seguros de sí mismos!

 

Mag. Carolina Abuchalja

 

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