No hay nada como una buena noche de sueño. Te levantas con más energía, de mejor humor y con la mente clara para enfrentar el día. Sin embargo, cada vez más personas tienen dificultades para conciliar el sueño o mantener un descanso profundo, lo que afecta su bienestar y rendimiento diario.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del 40% de la población mundial sufre algún tipo de alteración del sueño. Y las consecuencias van más allá del cansancio: la falta de descanso puede influir en el aumento de peso, alterar los niveles de azúcar en sangre e incluso incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
“La privación del sueño afecta la regulación de hormonas, la digestión y el sistema inmunológico. Además, puede generar más hambre durante el día y aumentar el deseo de consumir carbohidratos, lo que puede llevar al sobrepeso”, explica la Dra. Rocío Medina Badiano, especialista en nutrición clínica y obesidad, Copresidenta y Miembro del Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife.
En el marco del Día Mundial del Sueño, la experta comparte ocho consejos clave para mejorar la calidad del descanso y despertar con más energía:
1. Respetar un horario fijo de sueño
Intentar acostarse y despertarse a la misma hora todos los días –incluso los fines de semana– ayuda a sincronizar el reloj biológico, facilitando el proceso de conciliación del sueño.
2. Dormir lo suficiente
Los adultos necesitan entre siete y ocho horas de sueño por noche para sentirse bien descansados, mientras que los adolescentes requieren alrededor de nueve y los niños, aún más.
3. Reducir la cafeína en la tarde
Evitar el café, el té o las bebidas energéticas después de las 16:00 horas puede marcar la diferencia. La cafeína permanece en el cuerpo por varias horas y puede afectar la calidad del descanso.
4. Crear un ambiente ideal para dormir
El dormitorio debe ser oscuro, fresco y silencioso. Las cortinas blackout y los tapones para los oídos pueden ser aliados clave. Además, mantener la habitación bien ventilada favorece un sueño profundo.
5. Evitar pantallas antes de dormir
La luz azul de los celulares, tabletas y televisores interfiere con la producción de melatonina, la hormona del sueño. Lo ideal es desconectarse al menos una hora antes de acostarse.
6. Cuidar la alimentación nocturna
Las comidas pesadas antes de dormir pueden dificultar la digestión y el descanso. Es recomendable cenar ligero al menos dos horas antes de acostarse.
7. Hacer ejercicio regularmente
El movimiento es clave para mejorar la calidad del sueño, pero es mejor evitar actividades de alta intensidad durante la noche, ya que pueden generar un efecto estimulante en el organismo.
8. Controlar el estrés
El cortisol, la hormona del estrés, puede impedir que el cuerpo se relaje. Técnicas como la meditación, la respiración profunda o incluso un baño caliente antes de dormir pueden ayudar a reducir la ansiedad.
Si después de implementar estos hábitos las dificultades para dormir persisten, es recomendable consultar con un especialista. Un buen descanso no solo mejora el estado de ánimo y la concentración, sino que es una de las claves para una vida más saludable y equilibrada.